La impotencia aprendida
Una exposición de Manuel Antonio Domínguez en la Galería Raquel Ponce.
En el entrecruzamiento de los múltiples atributos que supone la identidad personal, existen algunos que indican una pertenencia colectiva: una comunidad nacional o religiosa, una idiosincrasia regional o clasista, una subcultura profesional. Espacios suprapersonales de atributos compartidos a los que uno pertenece y que permiten que se pueda hablar de un nosotros. Dentro de la construcción del imaginario social de la “identidad homosexual” se le asigna a la homosexualidad una serie de rasgos inherentes y por lo tanto comunes a todos los homosexuales, pero no todo rasgo compartido crea un “nosotros”.
Bajo el título La impotencia aprendida nace el último proyecto de Manuel Antonio Domínguez Gómez (Huelva, 1976) como cuestionamiento del amplio pastiche de estereotipos que han venido a conformar el rol masculino en la confrontación de las esferas pública y privada. A través de la investigación de lo cotidiano y lo doméstico, el objetivo es mostrar y reconocer una realidad plena que en el espacio de lo público a menudo se rige por la máxima de haz lo que quieras pero que no se note. Su interés por la intrahistoria aparece ligado a la anécdota y a los pequeños gestos que desvelan modos de comportamiento, así como pautas afectivas y sexuales “inherentes” según el saber colectivo tanto a lo homosexual como a lo heterosexual. Mediante la articulación de los paralelismos y las oposiciones que sitúan a ambas identidades confrontadas, Domínguez trata de incidir en las contradicciones y en sus ambigüedades para actuar como un desencadenante de reflexión. Pues pueden ser estas las claves que den lugar a una fractura en la que poder cultivar una reflexión crítica y una situación de empoderamiento.
La exposición plantea desde diferentes intervenciones pictóricas sobre espacios dados, postales institucionales, láminas de mobiliario doméstico y mapas cartográficos, la revisión de comportamientos en diferentes espacios determinantes en culturas particulares. Dentro de las técnicas pictóricas utilizadas se encuentran la acuarela, el guache y el collage, procesos en los que predomina un color rosa tan humorístico como inquietante con el que enmascara formas, cuerpos y rostros. Uno de los pilares nucleares del trabajo artístico es el proceso -recurso de recuperación de imágenes pasadas y objetos intervenidos, un desarrollo que dota el resultado artístico de una gran carga evocativa y rehabilitación simbólica.
Galería Raquel Ponce
Alameda, 5
Madrid