Luz Marina Baltasar, Daniel Bilbao, Fernando Clemente, Manuel Garcés Blancart, Norberto Gil, Cristina Lama, Julia Llerena, Gloria Martín, Joaquín Peña-Toro, Cristóbal Quintero, Juan Romero y Joaquín Sáenz.

Se vende (Casas, pisos, solares) es una exposición que trata de mostrar distintas maneras con las que un grupo de artistas han llevado a su trabajo creativo un asunto de especial relevancia en el debate social actual: la vivienda, la ciudad, el hábitat de los humanos.

Algunos de los seleccionados han abordado con frecuencia el tema en su obra, otros se acercan de modo esporádico dedicándole una serie de su producción reciente. En todos los casos se evidncia el interés por manifestar su opinión, por incorporar la cuestión a su discurso estético a partir de la posición de respeto que surge de reconocer su importancia. Cada uno de ellos tiene un punto de vista particular, diferentes escrituras para enfrentarse a un universo tan próximo y amplio, ya sí tenemos quienes lo afrontan desde la perspectiva del paisaje presentando la casa en el enfoque marcado por su imbricación en el espacio circundante lo urbano, el medio rural, las zonas expansión en las granes metrópolis. Dentro de esta grupo se encuentran los que nos enseñan escenarios del pasado, realidades superadas por el tiempo planteadas desde la añoranza o la crítica a su anacronismo, y quienes muestran las formas vigentes de vida con sus ventajas y sus contradicciones.

Están los que ofrecen miradas idílicas, imágenes estampadas en el imaginario colectivo que nos trasladan a lugares soñados y aquellos que reflejan la crudeza de entornos inhóspitos, áreas de marginalidad provenientes de una estructura social que pone en primer término de la jerarquía la vivienda como negocio. No se puede olvidar a los que aportan una visión onírica, una apuesta por lo fantástico con reminiscencias que retrotraen a la niñez, y los que sustentan su emplazamiento plástico en propuestas en las que la ironía juega un papel fundamental,o a los que interesan sólo sus aspectos constructivos y la correspondencia de dichas coordenadas en la elaboración del propio cuadro.

Para otros, la casa es el objeto de un estudio más íntimo, analizan a través de su obra el nudo de relaciones que se producen en su interior, la variedad de consecuencias que origina la convivencia, el rol que los distintos componentes del núcleo habitacional detentan, los niveles de poder que se establecen y sus procesos de implementación, los sentimientos que embargan a los ocupantes de un espacio, que a pesar de su consideración de privado posee importantes dosis de lugar común. El hogar como refugio, seno que acoge y sirve de acomodo a la vida o morada que ata, cárcel, sitio de tortura, del que solo puede nacer la voluntad de huir. Sueño o pesadilla, pero sin duda ámbito receptor de profundas experiencias.

Por último, reseñar que la galería “vende” las piezas de los doce artistas escogidos para la ocasión y que se exponen en la muestra. Resulta obvio, mas de ésta forma tan simple se ha querido revelar las diferencias y territorios comunes que tienen los productos presentados al mercado, hacer un guiño a las dificultades por las que está travesando la creación artística desde la óptica de quienes lo eligieron como modo de subsistencia.