David López Panea: “la sagrada forma”. En el Museo de Almería (calle Altamira nº de Almería). del 20 de junio al de septiembre de 2013. Abierto de a . Presentación el jueves 20 a las 11 h. Inauguración jueves 20 a las 20 h

No podemos dejar de tener en cuenta que vivimos en una época profundamente anti ecológica, con todo lo que esto implica. Esta es la premisa que motivó al artista David López Panea (Sevilla 1973) a trabajar desde 2004 sobre el paisaje. Aunque se había acercado anteriormente al tema lo había hecho de manera tangencial y con un sentido diferente, más plástico. Fue a partir de su vinculación con Almería cuando desarrolló un proyecto con un repertorio paisajístico que, por circunstancias sentimentales, se llevaría a cabo en el Parque Natural de Cabo de Gata.

La premisa conceptual del trabajo que desarrolla en el Parque Natural de Cabo de Gata desde 2004 es la valoración de lo local como sentimiento universalista, humanista, totalmente alejado del espasmo de identidad, de la crispación de la idiosincrasia, del repliegue sobre uno mismo. Al contrario; un planteamiento de lo local, el locus, como una oportunidad, una posibilidad de escapara a una mundialización ciega. En este sentido, el proyecto matriz hacía una valoración negativa del capitalismo por ser un sistema devorador de los valores humanistas, por apartarnos de la diferencia, por lanzarnos a una despersonalización a ultranza del hombre y del espacio que le rodea, de su paisaje. Para ello, el artista pretendía trabajar en la pintura de paisaje, concretamente pintura pleinairista, al aire libre, poniendo el género en valor.

En todo este proceso se dan una serie de relaciones entre paisaje y hombre que son vitales: la apreciación del entorno local de una manera estética, relacionada con el cuerpo humano que deviene del propio esfuerzo físico de pasear, transitar el paisaje y representarlo, pintarlo. No se trata, pues de un paseo placentero si no de un trabajo físico que vincula al hombre con el medio y que como resultado da un producto estético, una interpretación del paisaje.

El pintar paisaje al aire libre, se convierte entonces en cierto modo en un pretexto para evidenciar la íntima relación del hombre con la naturaleza por medio del propio acto, el ritual del caminar y hacer. Además, al hilo del paseo, del trabajo, surgen toda una serie de productos que se sumarán a la pintura: dibujos y acuarelas, documentación del propio proceso de pintar, fotografías del paisaje, fotografías de hallazgos como montículos de piedras, senderos de animales, mojones, etc., e incluso objetos encontrados tales como tierras, piedras o líquenes.

Una selección de este extenso y dedicado trabajo puede verse en el Museo de Almería desde el 20 de junio hasta el 21 de septiembre de 2013.