Las obras que componen esta exposición son parte de un trabajo de investigación sobre el estudio de las distintas concepciones espaciales actuales y sus límites. Esta investigación, a pesar de tener su origen dentro del campo escultórico se apoyó, entre otras, en la fotografía y la arquitectura, para
ver hasta qué punto confluyen las distintas disciplinas artísticas en el modo de afrontar y concebir el espacio como elemento ineludible para el hombre.
Por un lado, bajo una concepción finita del espacio y a través de la fotografía -entendiendo esta como una fragmentación objetiva de una realidad incompleta- caminando por el techo, reúne un grupo de imágenes confusas y ambiguas que alteran nuestra percepción espacial cartesiana. Generadas con un simple cambio del punto de vista habitual, propone reflexionar sobre la percepción espacial dentro del contexto arquitectónico y, a través de la confrontación de los elementos constructivos y ornamentales que intervienen, analizar nuestra relación con estos espacios finitos.
Y sin alejarnos demasiado de la arquitectura, la serie “aislados” y “uscita persa”, adaptan la técnica y el medio fotográfico al estudio y concepción del espacio continuo o non finito. Con el mismo punto de perspectiva de la serie anterior, ahora se nos invita a experimentar conceptualmente la profundidad de un espacio representado, vacío de todo y lleno de nada.
En ambos casos se pretende alterar la percepción espacial del espectador, transformando su experimentación. Esta pretensión, no se debe confundir con un simple juego perceptivo o sensitivo, sino como un intento de realizar un arte, como dijo Oteiza, para el hombre; para el desarrollo del hombre.