Carlos Aires – Chema Cobo – Celia Macías – Colin Matthes – Owanto – Jesús Palomino – Pejac -Voluble

BE AWARE! es el título de la exposición que se inaugurará en el espacio Elbutrón, El Butrón 7 de Sevilla, el próximo 25 de enero y que permanecerá abierta hasta el 22 de marzo. La exposición es un proyecto de tesis comisariado por Fer Francés que reflexiona sobre el estado actual de las sociedades occidentales y sobre la necesidad de que éstas, se replanteen muchos de sus principios, hasta ahora realmente inamovibles, y evolucionen y asuman unos valores humanos y ecológicos que están ya olvidados o, incluso, han desaparecido.

La pérdida de valores civiles y humanistas y la crisis sistémica que está padeciendo parte del llamado “primer mundo”, han sido el origen de un desacuerdo general en prácticamente todos los niveles de las clases sociales. Ese malestar se ha trasformado en muchos casos en reivindicación y, en otros, en protesta ante la situación social y política que sufren los ciudadanos. Ese escenario ha encontrado un altavoz muy independiente en el sector de la cultura y muy especialmente en el de las artes visuales que esta exposición pretende poner en valor, al igual que a toda una generación que no sólo no está perdida sino que es muy activa y quiere hacer constatable su presencia. Puede resultar ingenuo y utópico pero es una generación que lucha por todos los valores humanos que defiendan los derechos civiles y ciudadanos. Muchos de estos artistas usan la calle como lienzo o escenario donde plantear sus tesis, sus ideas, sus denuncias, sus gritos y, por suerte, también sus ilusiones y sus propuestas. Hay por tanto una intención de manifestar, de evidenciar una imperiosa situación de cambio pero entendido como esperanza porque sólo así se podrán abrir nuevos horizontes de soluciones y futuro. Por este motivo sus intervenciones podrán verse en toda la ciudad, haciendo de ésta objetivo y medio al tiempo y un escaparate de masas donde el viandante se convierte en actor y protagonista de la propia acción artística. Estas intervenciones buscan igualmente provocar una reacción en el espectador, en el paseante. El objetivo es doblegar la inanición, la apatía, el conformismo. El mero hecho de pensar, de generar la reflexión, ya parece en sí mismo un éxito y, sin duda, una funcionalidad social del arte.

Desde luego el mundo parece que se ha puesto del revés. Nadie sabe cuál será el futuro próximo. Nadie conoce el resultar de las medidas que los gobiernos, el banco mundial y el europeo etc. Toman. Las contradicciones confunden más a quienes toman las decisiones que a los que las sufren. Ya no se sabe si es positivo seguir ahorrando o si invirtiendo, si el aumento del paro es un mal imposible de controlar o si es un mal menor e inevitable para controlar el desgaste y la inflación. En fin, todo es caos y el capitalismo se está haciendo irreconocible. Es un ser mutante que ya no tiene un perfil conocido sino que se trasforma y se adapta a las circunstancias como un extraño ente que evoluciona en función de parámetros que cambian cada día. Ni los expertos en capitalismo saben ya de él.

Lo que no es inmutable es la posición de los artistas que con su acción hacen una fotografía del escenario grotesco que estamos viviendo en el que coexisten órdenes contrapuestos. Y así la exposición intenta contribuir con la idea de que pese al desorden y el caos, pese ala desorientación general, hay un mundo donde la acción civil comprometida puede ser una herramienta que facilite una convivencia más equilibrada. Hay que estar atentos porque los peligros acechan pero sin duda también existen las formas de saltarlos y el conocimiento, la educación, la capacidad crítica y el arte son algunas de ellas.